Análisis y estudio de Puentes Térmicos a través de termografía y simulación.

 

Como sociedad demandamos cada vez más la calidad en los edificios. Esto incide también en aspectos vinculados al bienestar de las personas, como el aislamiento térmico y el confort higrotérmico de los espacios que habitamos.

Los puentes térmicos, son aquellas zonas de la envolvente del edificio en las que se evidencia una variación de la uniformidad de la construcción y, por consiguiente, una disminución de la resistencia térmica respecto al resto de cerramientos.

Algunos de los problemas que se derivan de los puentes térmicos son: pérdidas de energía, condensaciones, formación de moho. Es posible diseñar y construir cualquier tipo de edificio evitando sus efectos, sin embargo, una vez originados es muy difícil resolver sus adversas influencias.

Los puentes térmicos se convierten en partes sensibles de los edificios donde aumenta la posibilidad de producción de condensaciones superficiales, en la situación de invierno o épocas frías. Además de los problemas de condensación y formación de moho, degradación de los elementos constructivos y el peligro para la salud de los ocupantes, los puentes térmicos llevan también a un incremento de pérdidas de calor, que llegan a ser relativamente más importantes, cuanto más aislados estén el resto de cerramientos.

Los puentes térmicos y las humedades.

El moho es indeseable en los edificios por las siguientes razones siguientes: 

  • Por estética, tiene una desagradable apariencia que se asocia además a sensaciones de inadecuado comportamiento higiénico; 
  • Deteriora los materiales orgánicos en los que crece, tales como pinturas, siliconas, acabados, pieles, telas, etc.; 
  • Puede producir reacciones alérgicas a los ocupantes (por ejemplo, dolores de cabeza, irritaciones nasales y del sistema digestivo, asma) debido a la inhalación de componentes volátiles y esporas que abundantemente se presentan en el ambiente; 
  • Si el cuerpo humano lo absorbe (por ejemplo por vía digestiva) causa enfermedades debidas a la formación de sustancias cancerígenas y venenosas. Independientemente de los tipos de moho, su formación es posible cuando se presentan las siguientes condiciones: 
  • Un ambiente interior con suficiente oxígeno y temperaturas entre 0ºC y 60º. Cada especie suele presentar una temperatura óptima para su desarrollo y crecimiento y un intervalo fuera del cual la vida sería teóricamente imposible. La banda ideal para la mayoría se sitúa entre 25| y 40 |C. En general se adaptan bien a los ciclos ligados a cambios higrotérmicos; 
  • Un sustrato apropiado (por ejemplo pegamento de celulosa en paredes empapeladas, superficies pintadas, siliconas, madera, yesos, alfombras,…) 

Suficiente humedad en el ambiente y/o en los materiales de construcción. Estas condiciones se hacen a menudo realidad en muchos tipos de edificios ya sea en periodos breves de tiempo o largos, por lo que no es sorprendente que la producción de moho aparezca con frecuencia. La última condición mencionada (suficiente humedad) es muy importante porque el agua es un requisito esencial para el crecimiento de moho. El incremento del nivel de humedad de los componentes internos del edificio por un efecto higroscópico (absorción de la humedad del ambiente) en las capas de acabado aumentan considerablemente, y por consecuencia el riesgo de formación de moho. El moho a menudo comienza en las esquinas, porque, entre otras razones, son lugares que, debido a la mínima circulación de aire, la condensación absorbida no puede secarse fácilmente. Los problemas de moho surgen inicialmente en las habitaciones donde a se produce un alto nivel de humedad, por ejemplo en baños y cocinas. Sin embargo, a veces se observan importantes problemas en los dormitorios, lo que quiere decir que durante la noche, la producción de humedad de los cuerpos humanos no es evacuada suficientemente en estos dormitorios debido a la escasa ventilación. Además, durante el día, los dormitorios están a menudo no calefaccionados o inadecuadamente calefaccionados y ventilados por lo que es lógico que en estas circunstancias se produzcan.

 

Somos una empresa especialista en el diagnóstico de patologías de la construcción, entre las que se encuentran las humedades y los puentes térmicos no deseados. Consúltenos sin compromiso y encontraremos la solución más adecuada a su problema.

Realizamos análisis, estudio y medición, según sea el caso, de los diferentes tipos de puentes térmicos encontrados en una edificación. Establecimiento del  grado de incidencia en el comportamiento térmico del edificio y la generación patologías. 

 

 

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